Las Eliminatorias Sudamericanas están entrando en la recta final y el escenario está casi definido. Argentina, Brasil y Ecuador ya tienen su boleto en la mano. Uruguay, Paraguay y Colombia rozan la clasificación. Pero hay un grupo de selecciones que sobreviven a duras penas y se aferran a un milagro: Perú, Venezuela y, con más fe que realidad, Bolivia.
Perú:
La selección peruana llega con 18 puntos y necesita ganar sí o sí sus dos partidos restantes: contra Uruguay y Paraguay. Aun haciéndolo, depende de que Colombia resbale y de que Venezuela no sume demasiado. El problema mayor es la diferencia de goles, donde está en desventaja. En términos de probabilidad, Perú es el que tiene la ruta más estrecha, pero al menos tiene margen matemático.
Venezuela:
La Vinotinto suma 18 puntos, igual que Perú, pero su calendario es peor: visita a Argentina y luego recibe a Bolivia. Ganar ambos parece obligatorio, pero ni siquiera eso le asegura el repechaje. Necesita que Colombia y Paraguay caigan de forma inesperada. Venezuela tiene talento individual, pero su margen de error es cero.
Bolivia:
Con apenas 15 puntos, Bolivia se aferra a un cálculo matemático más que a un plan real. Para soñar, debe ganar los dos partidos, golear para mejorar la diferencia y esperar un festival de derrotas de Colombia, Venezuela y Perú. Las probabilidades son mínimas, casi inexistentes.
Chile:
La Roja está eliminada. Su campaña fue decepcionante y ni los cálculos más optimistas le dejan un resquicio. Solo le queda despedirse con dignidad.
¿Quién puede realmente dar la sorpresa?
De este pelotón, el único con un hilo de esperanza real es Perú, siempre y cuando saque un triunfo inesperado en Montevideo. Venezuela también respira, pero más desde lo emocional que desde las matemáticas. Bolivia y Chile ya están pensando en la próxima eliminatoria.
